Un delincuente abordó el vehículo simulando un viaje de rutina y, tras pocos metros de recorrido, atacó por la espalda al chofer mediante una maniobra de asfixia para apoderarse de la unidad.
Un clima de total indignación y temor se vive entre los trabajadores del volante tras un nuevo episodio de violencia extrema. Se reportó un caso de horror en Tucumán cuando un delincuente simuló ser pasajero, se subió a un taxi y ahorcó al conductor para robarle el auto en plena madrugada. El trabajador fue sorprendido desde el asiento trasero con un elemento tipo soga, perdiendo el conocimiento durante unos segundos por la presión ejercida en su cuello. Al despertar, notó que el asaltante lo había arrojado del vehículo en una zona descampada para huir con el coche de alquiler. Afortunadamente, el taxista fue auxiliado por un vecino que escuchó sus pedidos de ayuda y alertó a la policía provincial. Horas más tarde, las fuerzas de seguridad lograron localizar el automóvil abandonado en la periferia de la capital tucumana, aunque el sospechoso sigue prófugo. El sindicato de taxistas ha convocado a una reunión de urgencia con las autoridades de seguridad para reclamar mayores controles y la instalación de mamparas de protección en todas las unidades. El chofer agredido se recupera de las lesiones sufridas en su tráquea y ha manifestado su temor de volver a trabajar durante la noche ante la falta de garantías.





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