El Astillero Río Santiago, considerado el “elefante blanco” del Estado bonaerense, sostiene 2.700 empleados con sueldos promedio de $2,8 millones, no firma un contrato relevante desde hace 20 años y mantiene áreas paralizadas mientras su proyección presupuestaria exhibe ingresos mínimos frente a un gasto millonario.

El proyecto de Presupuesto 2026 que Axel Kicillof envió a la Legislatura volvió a exponer la crítica situación del Astillero Río Santiago. Según la previsión oficial, la empresa estatal planea gastar $105.175 millones el próximo año, pero apenas recaudará $1.210 millones, dejando en evidencia una dependencia casi total del financiamiento provincial.

El astillero cuenta con 2.700 empleados que cobran en promedio $2,8 millones mensuales, y destina prácticamente todos sus recursos al pago de salarios. A pesar de su enorme estructura, no firma un contrato de construcción naval de gran calado desde hace dos décadas, y mantiene sectores completamente inactivos desde principios de los 2000.

La crisis interna se profundizó con la renuncia reciente de su presidente, presionado por ATE, gremio señalado por sectores internos por concentrarse en sostener el plantel de personal y promover el ingreso de familiares antes que impulsar una modernización productiva.

El Astillero Río Santiago se convirtió así en uno de los puntos más cuestionados del Presupuesto bonaerense. Legisladores opositores, e incluso referentes del propio peronismo, advierten que el caso representa uno de los mayores focos de gasto improductivo de la administración Kicillof, con un organismo que absorbe cifras millonarias sin producción, sin contratos y sin un plan claro de reactivación.

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