La última fecha del Torneo Clausura 2025 llega cargada de definiciones y, entre ellas, una posibilidad que ya genera ruido: Boca Juniors y River Plate podrían reencontrarse en un nuevo Superclásico, esta vez en los octavos de final y nuevamente en la Bombonera.
El equipo de Claudio Úbeda llega como líder de la Zona A y depende de sí mismo para sostener la punta: un empate ante Tigre prácticamente le asegura quedarse con el primer puesto, ya que Unión —su único perseguidor real— necesita ganar en Córdoba y además tiene peor diferencia de gol. Si Boca termina primero, el cruce con River dependerá de lo que ocurra en la Zona B.
El panorama del Millonario es mucho más ajustado. El equipo de Marcelo Gallardo está 6° con 21 puntos y sólo puede aspirar como máximo al quinto lugar, ya que San Lorenzo (23) tiene ventaja y será local ante Sarmiento. A River podrían alcanzarlo o superarlo Talleres (20), San Martín de San Juan (19), Sarmiento (19) o Gimnasia La Plata (19). De todos ellos, ninguno tiene mejor diferencia de gol que el conjunto de Núñez, que registra +5. Ese dato será clave para entender si cae al puesto 8, la posición necesaria para quedar emparejado con Boca.
Con varias combinaciones posibles, el cruce aparece sobre la mesa: Boca arriba en su zona y River cayendo dos escalones permitirían un nuevo Superclásico inmediato. El duelo, como marca el reglamento, sería en la Bombonera por la ventaja deportiva del Xeneize.
Existe otra alternativa. Si Boca pierde ante Tigre y Unión lo supera, el equipo azul y oro podría finalizar segundo en la Zona A. En ese caso, el escenario para un Superclásico requerirá que River finalice séptimo en su grupo. También allí, el partido se jugaría en La Boca por la mejor ubicación del equipo local.
Mientras tanto, la fecha ya tiene otros aspectos confirmados: la final del Clausura será el 13 de diciembre en el estadio Madre de Ciudades de Santiago del Estero y el Trofeo de Campeones —entre Platense y el ganador del torneo— está pactado para el 20 en el estadio Único de San Nicolás.
Los números todavía permiten cualquier cosa, pero una realidad se impone: el fútbol argentino podría vivir otro Superclásico antes de lo imaginado.
Norte Informa 
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