El equipo de Marcelo Gallardo buscará obtener un triunfo histórico en la Bombonera que lo coloque a la altura del plantel que, hace medio siglo, consiguió tres victorias consecutivas ante su clásico rival.
El Superclásico entre Boca y River volvió a disputarse con historia y presión sobre la mesa. Marcelo Gallardo llegó al encuentro con la posibilidad de igualar una marca que se mantiene desde hace 50 años: tres victorias consecutivas en la Bombonera. En el medio, la dirigencia de Núñez había ratificado su continuidad al frente del plantel tras una serie de resultados irregulares.
El presente del Millonario no era el ideal, pero la chance de un nuevo triunfo ante el eterno rival aparecía como una oportunidad para reencauzar el rumbo. Con la clasificación a la Copa Libertadores 2026 en juego, Gallardo apostó a su experiencia en clásicos y a la solidez de su equipo para intentar hacer historia nuevamente.
Los antecedentes recientes jugaban a favor. En 2023, River venció 2-0 a Boca con goles de Rondón y Enzo Díaz; y en 2024 repitió con un 1-0 gracias a Manuel Lanzini. Esa secuencia abrió la puerta a un nuevo récord que alimentó la ilusión del hincha millonario.
Medio siglo después de aquella racha lograda bajo la conducción de Ángel Labruna, River tuvo la posibilidad de repetir un hito que combina historia, orgullo y revancha. Más allá del resultado, el Superclásico volvió a ratificar el valor simbólico de un enfrentamiento que trasciende lo deportivo.






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