Un hombre que mantuvo bajo constante hostigamiento a una mujer durante más de una década recibió una condena inusual. El fallo incluye la prohibición de residir en la provincia como medida preventiva.

El caso de acoso crónico en Tucumán culminó con una sentencia que marca un precedente. La Justicia consideró que la magnitud del hostigamiento, que se extendió por doce años, requería una solución extrema. El Tribunal dictaminó que el condenado deberá fijar domicilio fuera de la provincia, además de cumplir con otras restricciones. La decisión busca garantizar que el agresor no pueda mantener ningún tipo de contacto o cercanía física con la víctima, poniendo un límite geográfico a su conducta delictiva. Este tipo de fallos refuerzan la protección de las víctimas ante delitos de acoso persistente.

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