El dirigente zamorista de Santiago del Estero buscará extender su mandato en la Cámara Alta. Su trayectoria política está atravesada por acusaciones que incluyen desvío de fondos, enriquecimiento ilícito y licitaciones direccionadas a empresas de su entorno familiar.
José Emilio Neder, uno de los referentes históricos del oficialismo provincial, fue confirmado como candidato a la reelección en el Senado. Su postulación cuenta con el aval del gobernador Gerardo Zamora, aunque vuelve a poner sobre la mesa los cuestionamientos que arrastra desde hace décadas.
Su carrera política comenzó en Loreto, donde ejerció como intendente a fines de los años 80. En esa etapa fue denunciado por el presunto desvío de fondos nacionales destinados a programas de salud contra el Mal de Chagas y por la sobrefacturación de obras municipales inconclusas, como el matadero local.
Con el paso de los años, el esquema de contrataciones ligadas a su familia se consolidó. En 2004, una empresa fundada por su hermano accedió a una obra de 23 millones de pesos apenas meses después de su creación. Entre 2007 y 2012, distintas compañías asociadas al clan Neder acumularon contratos estatales que superaron los 200 millones de pesos.
Las denuncias se extendieron también al plano judicial: en 2006 fue acusado de enriquecimiento ilícito y en 2017 la AFIP impulsó un allanamiento a sus oficinas en una causa por evasión fiscal. Más recientemente, nuevas licitaciones con presuntos sobreprecios volvieron a generar polémica, con adjudicaciones que en 2023 superaron los 2.000 millones de pesos.
Pese a este extenso historial de acusaciones, Neder fue ratificado como candidato por el oficialismo provincial, lo que refuerza la estrategia del zamorismo de sostener en la escena nacional a dirigentes con pasado controvertido en el manejo de fondos públicos.






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